No estoy seguro de por qué, si es la
ambientación, la puesta en escena, la iluminación…pero me gustan.
A menudo leemos artículos sobre los equipos
fotográficos y debatimos sobre los megapíxeles, las resoluciones… como si eso
fuera la parte más importante en el resultado final de la fotografía y entonces
viene Bill Gekas a recordarnos que “el hábito no hace al monje”.
En efecto, en su blog (http://billgekas.blogspot.com.es/2013/04/shooting-with-pentax-645d_24.html) nos cuenta su experiencia disparando con una Pentax 645D (tamaño
del sensor 44x33 mm) para, finalmente, concluir que seguirá disparando con su
Pentax K5 (con sensor APS-C) pues para él sigue siendo más capaz la K5 como
cámara de lo que él es como fotógrafo.
Gekas muestra con esas palabras una humildad
solo al alcance de los grandes artistas. El retrato “Red beret” (Boina roja) (http://www.billgekas.com/p1014938437/h24ca44df#h24ca44df) es una muestra de ello. Tomada
en su estudio doméstico con una Pentax K7 con DA70Ltd y un juego de flashes
manuales, es una buen ejemplo de las grandes cosas que se pueden hacer con un
modesto equipo y un gran talento.
Yo, por mi parte, fuertemente motivado por
las palabras de Gekas, coloqué mi K5 sobre el trípode y le dije a mi más fiel y
mejor modelo: ¡Duna! ¡Mira a la cámara!
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert