miércoles, 4 de abril de 2018

Gorg de Malatosca



No era el destino de mi viaje.

Iba a Ogassa a sacar fotos de una carrera de montaña la Trail Serra Cavallera. El tiempo estaba revuelto pero aproveche que no llovía demasiado e iba bien de tiempo para parar a visitar el Gorg de Malatosca.

Las lluvias de los últimos días hacían prever un buen caudal de agua lo que siempre es de agradecer para este tipo de fotos. Un breve paseo y una bajada suave me llevaron hasta el mismo pie del Gorg que ese día estaba completamente solitario. Sin duda la lluvia ahuyenta a las visitas, pero para mi propósito, eso jugaba a mi favor. Camara en mano me moví por todo el terreno hasta encontrar el lugar más adecuado para la toma. Planté el trípode y saqué varias tomas para escoger después la más adecuada para el procesado.

Y aqui tenéis el resultado.

Espero que os guste.

¡Hasta pronto!

jmartinezbert


jueves, 8 de febrero de 2018

Playa de Traba



Pasear al atardecer con la cámara colgada del hombro es, para mí, uno de los mayores placeres. Si además estás en la playa de Traba, entonces la experiencia es casi religiosa. La luz del sol incidiendo lateralmente sobre la playa, pone al descubierto las diferentes texturas de la arena, las plantas…poniendo de relieve hasta el más mínimo detalle.

Pero lo más espectacular es el contrate caliente/frío que forman los tonos rojizos de la puesta de sol con los azulados del cielo y el mar que me abstrae de la realidad y me hace viajar a ese universo paralelo de tranquilidad y relax. 

Particularmente, hay fotografías que me invitan a la contemplación y cada vez que las miro me transmiten las sensaciones que sentía cuando las tomé. Así, cuando miro la foto que os adjunto como ilustración de este post, me golpea el rostro el mismo aire fresco de ese atardecer, escucho el mismo rumor de las olas, huelo el mismo olor salado del mar y siento la misma paz que sentí mientras contemplaba ese precioso lugar.

Hasta pronto.

jmartinezbert







jueves, 1 de febrero de 2018

Tavertet



Tavertet te regala unos paisajes espectaculares, sea cual sea la época del año en que lo visites, pero en otoño la presencia intermitente de la niebla proporciona un plus muy atractivo a las fotografías. 
Cuando faltaba aproximadamente una hora para la puesta de sol cogí la cámara y el trípode y salí a pasear por el camino que discurre paralelo al precipicio que da al pantano de Sau. La niebla estaba baja y todo lo cubría. De repente se abrió un claro y los rayos de sol, colándose por debajo de la niebla, iluminaron por unos instantes el paisaje pintando los campos con las alargadas sombras de los árboles. 
El resultado lo podéis ver en la foto que os dejo para ilustrar este post.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert