domingo, 16 de diciembre de 2012

Intrusos


Intrusos
Recuerdo que en un tiempo no muy lejano, antes de la popularización de la fotografía digital, los grabadores hacían auténticas filigranas para eliminar de los fotocromos que se destinaban a imprimir los intrusos que aparecían en las diapositivas. Recuerdo en concreto el caso de una diapositiva de la Alhambra de Granada en la que aparecían varias personas cuyas imágenes, para más Inri, se reflejaban en las aguas del estanque del Patio de los Arrayanes. Pues bien, el grabador tuvo que manipular los fotocromos para eliminar una por una todas las personas con sus correspondientes reflejos.
Hoy hay aplicaciones específicas especialmente diseñadas para llevar a cabo esta operación al alcance de cualquier aficionado. Y es que los intrusos no son del agrado de la mayoría de los fotógrafos.
A menudo intentamos evitarlos y cada uno recurre al método que se adapta mejor a la situación. Mientras unos esperan pacientemente a que los intrusos salgan fuera del encuadre o se desplazan con el equipo intentando evitarlos, otros se resignan a su presencia e intentan hacer la foto con ellos formando parte de la composición. Este último sistema, salvo contadas excepciones en que es muy fácil aplicar los otros, es el que suelo utilizar. Intento que las personas ayuden a establecer proporciones y den movimiento a toda la composición. Aún así hay veces que, debido a la concentración que se requiere en uno de esos breves “momentos mágicos del día”, se cuela en el encuadre alguien que no ha sido invitado.
Este es el caso de la fotografía que hoy os adjunto.
Era el mes de septiembre. Me desplace expresamente desde Albacete hasta Barrax para sacar una foto de su molino de viento. Salí con tiempo de sobra para estudiar la puesta de sol, localizar un buen emplazamiento desde donde disparar y poder montar el equipo. Incluso paseé un ratito por los alrededores del molino para hacerme un poco con el ambiente general del lugar. Pero al final ocurrió lo inevitable. Un hombre que paseaba disfrutando del frescor de la tarde se sentó en un banco que quedaba dentro del encuadre de la toma. Sencillamente, no le vi.       
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert

No hay comentarios:

Publicar un comentario