Niebla
A priori la niebla debería ser un enemigo del fotógrafo puesto que
su presencia suele ir asociada a la perdida de visibilidad y a la alteración de
las condiciones de iluminación que en fotografía pueden considerarse adecuadas.
Sin embargo, esta misma característica nos puede servir para aislar los objetos
de su entorno y crear ambientes interesantes.
Así, por ejemplo, podemos ver fotografías de paisaje donde
sirviéndose de la niebla, el fotógrafo aísla un elemento concreto mediante la combinación del
contraste y la saturación obtenidos variando la distancia de la cámara al
sujeto hasta lograr abstraerlo completamente de su entorno, creando efectos muy
artísticos y agradables. La composición de una imagen con líneas simples puede
ser muy eficaz para recrear efectos visuales potentes.
Como muestra os dejo una imagen tomada hace muy pocos días pero
que tenía en la cabeza hace ya varios meses.
Cada vez que pasaba por ese lugar me fijaba en la posición de las
luces que, a mi modo de ver, forman una composición muy dinámica, sobre todo,
cuando se contemplan junto con el sendero que aparece a la izquierda.
Una y otra vez he pensado en como tomar la foto para conseguir el
efecto que tenía en mi cabeza hasta que apareció la niebla. Salí de casa con la
cámara y el trípode y lo plante en el lugar donde tantas veces me había parado
a contemplar la escena. Unos ajustes de exposición, pues la niebla tiende a
reflejar la luz hacia la cámara y puede engañar al fotómetro, y varios disparos
para asegurar una correcta exposición fueron suficientes para obtener el
resultado esperado.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert
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