sábado, 29 de diciembre de 2012

Niebla


Niebla
A priori la niebla debería ser un enemigo del fotógrafo puesto que su presencia suele ir asociada a la perdida de visibilidad y a la alteración de las condiciones de iluminación que en fotografía pueden considerarse adecuadas. Sin embargo, esta misma característica nos puede servir para aislar los objetos de su entorno y crear ambientes interesantes.
Así, por ejemplo, podemos ver fotografías de paisaje donde sirviéndose de la niebla, el fotógrafo aísla un elemento concreto mediante la combinación del contraste y la saturación obtenidos variando la distancia de la cámara al sujeto hasta lograr abstraerlo completamente de su entorno, creando efectos muy artísticos y agradables. La composición de una imagen con líneas simples puede ser muy eficaz para recrear efectos visuales potentes.
Como muestra os dejo una imagen tomada hace muy pocos días pero que tenía en la cabeza hace ya varios meses.
Cada vez que pasaba por ese lugar me fijaba en la posición de las luces que, a mi modo de ver, forman una composición muy dinámica, sobre todo, cuando se contemplan junto con el sendero que aparece a la izquierda.
Una y otra vez he pensado en como tomar la foto para conseguir el efecto que tenía en mi cabeza hasta que apareció la niebla. Salí de casa con la cámara y el trípode y lo plante en el lugar donde tantas veces me había parado a contemplar la escena. Unos ajustes de exposición, pues la niebla tiende a reflejar la luz hacia la cámara y puede engañar al fotómetro, y varios disparos para asegurar una correcta exposición fueron suficientes para obtener el resultado esperado.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert

domingo, 23 de diciembre de 2012

Cursa RACC Montmeló 2012 (reportaje)



Cursa RACC Montmeló 2012 (reportaje)
El pasado domingo 16 de diciembre de 2012 tuvo lugar en el circuito de Montmeló la Cursa RACC Montmeló 2012.
Aquí os dejo unas cuantas fotografías de la carrera y el entorno. 
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert


































domingo, 16 de diciembre de 2012

Intrusos


Intrusos
Recuerdo que en un tiempo no muy lejano, antes de la popularización de la fotografía digital, los grabadores hacían auténticas filigranas para eliminar de los fotocromos que se destinaban a imprimir los intrusos que aparecían en las diapositivas. Recuerdo en concreto el caso de una diapositiva de la Alhambra de Granada en la que aparecían varias personas cuyas imágenes, para más Inri, se reflejaban en las aguas del estanque del Patio de los Arrayanes. Pues bien, el grabador tuvo que manipular los fotocromos para eliminar una por una todas las personas con sus correspondientes reflejos.
Hoy hay aplicaciones específicas especialmente diseñadas para llevar a cabo esta operación al alcance de cualquier aficionado. Y es que los intrusos no son del agrado de la mayoría de los fotógrafos.
A menudo intentamos evitarlos y cada uno recurre al método que se adapta mejor a la situación. Mientras unos esperan pacientemente a que los intrusos salgan fuera del encuadre o se desplazan con el equipo intentando evitarlos, otros se resignan a su presencia e intentan hacer la foto con ellos formando parte de la composición. Este último sistema, salvo contadas excepciones en que es muy fácil aplicar los otros, es el que suelo utilizar. Intento que las personas ayuden a establecer proporciones y den movimiento a toda la composición. Aún así hay veces que, debido a la concentración que se requiere en uno de esos breves “momentos mágicos del día”, se cuela en el encuadre alguien que no ha sido invitado.
Este es el caso de la fotografía que hoy os adjunto.
Era el mes de septiembre. Me desplace expresamente desde Albacete hasta Barrax para sacar una foto de su molino de viento. Salí con tiempo de sobra para estudiar la puesta de sol, localizar un buen emplazamiento desde donde disparar y poder montar el equipo. Incluso paseé un ratito por los alrededores del molino para hacerme un poco con el ambiente general del lugar. Pero al final ocurrió lo inevitable. Un hombre que paseaba disfrutando del frescor de la tarde se sentó en un banco que quedaba dentro del encuadre de la toma. Sencillamente, no le vi.       
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert

domingo, 9 de diciembre de 2012

Robados. (Fotos cándidas)



Robados (fotos cándidas)
Pasar inadvertido es, en muchas ocasiones, fundamental para obtener buenas instantáneas callejeras y de viajes.
Cada fotógrafo usa la técnica que le va mejor. Unos utilizan el teleobjetivo para disparar sin ser vistos. Se mantienen a una cierta distancia del sujeto fotografiado y, aparte de no interferir en la escena, se ahorran tener que dar explicaciones sobre lo que han hecho.
Otros, como Adrian Pelegrin disparan la cámara desde la cintura con un cable para obtener la máxima espontaneidad posible (González, Isabel. Adrián Pelegrín. Súper Foto Digital. Diciembre 2012, año XVII, núm.203, p.98-104).
Bruce Gilden, es caso aparte. Literalmente, “…camina por la calle, ve un personaje, se le planta a medio metro, y tira una única foto, con flash. Interacción cero, con grandes resultados y un montón de detractores y de admiradores de su método.” (http://www.aaronsosablog.com/2012/11/entrevista-bruce-gilden-mi-me-importa.html). En muchas ocasiones, a juzgar por las fotografías obtenidas, el sujeto no tiene tiempo ni de reaccionar con lo que Gilden consigue una cierta naturalidad, en otras ocasiones el sujeto aparece con una cara de sorpresa considerable o incluso mirando al fotógrafo de reojo. Obviamente, Gilden si interfiere en la escena pero de una forma tan fugaz que casi no deja huella en ella. (Lo que me preocupa de esta forma de actuar son las explicaciones que tienes que dar al sujeto fotografiado o la “bronca” que te puedes llevar de propina).
La antítesis de Gilden es Steve McCurry pues él pide permiso a la mayoría de sus modelos con lo que ya no podemos decir que sus fotos sean “robadas” sino más bien “pactadas”.   
Otro sistema de obtener un robado es actuando a traición, es decir, como Gilden pero por la espalda. Así es como obtuve la foto que ilustra hoy el post.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert

sábado, 1 de diciembre de 2012

Solo una visión…


Solo una visión...
A menudo se debate sobre cómo pueden afectar las nuevas tecnologías al futuro de la fotografía y, por extensión, al futuro de los fotógrafos profesionales. La proliferación de los dispositivos de todo tipo que incorporan cámaras fotográficas va ligado a la cada vez mayor presencia de aplicaciones que permiten almacenar, retocar, difundir y compartir las imágenes que tomamos y, además, mostrarlas casi en tiempo real.
Pues bien, yo les diría a los fotógrafos que no se preocupen, que casi todos los niños tienen una flauta y muy pocos llegan a tocar como Rampal, que el hábito no hace al monje, que siempre harán falta fotógrafos mientras sean capaces de mostrarnos las cosas (o la realidad) desde puntos de vista nuevos, inexplorados.
Para ser fotógrafo hay que tener una buena base técnica (herramientas y habilidades necesarias para expresar lo que queremos) y una gran capacidad de ver (previsualizar el resultado). Mientras que la técnica se aprende, la capacidad de ver se cultiva. Mientras la técnica requiere cerebro, la capacidad de ver requiere sentidos, sentimientos, alma.
Todos hemos escuchado piezas tocadas al piano con una técnica exquisita (sin fallos, con los tempos perfectos, con afinación exacta…) pero que suenan como interpretadas por un robot. Es porque no hay sentimiento, no hay alma. Es porque el intérprete no interpreta, solo ejecuta.  
Así pues el fotógrafo, para dotar a sus imágenes de sentimiento necesitará mejorar su percepción. Deberá saber interpretar visualmente lo que tiene delante. El que sea capaz de hacer esto (con esfuerzo se consigue) no tiene nada que temer.
Para ilustrar este post os adjunto una de mis fotografías que al margen de que os pueda gustar más o menos, esta hecha con la intención de ser mostrada así, tal cual está.  
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert