lunes, 21 de noviembre de 2016

¿Fotografía de viajes o fotografía artística?




No sé exactamente la posición que ocupa la fotografía de viajes dentro del espacio general de la fotografía. Yo la asocio más a la fotografía documental que a la artística pero la frontera no esta tan perfectamente definida como sería de esperar.
Si es fotografía documental debería ser un reflejo exacto de la realidad. Sin retoques ni manipulaciones que cambien la percepción de lo que vemos aunque, todos sabemos que el mero hecho de encuadrar ya es en sí una deformación de la realidad pues solo mostramos una parte de la misma y, puestos a eliminar, tanto da recortar reencuadrando que eliminar cosas con Photoshop. 
Si es fotografía artística, entonces hemos de admitir que el autor plasme en la imagen su propia visión aunque esta no coincida en absoluto con la imagen real del lugar.
Y en esta tesitura lo mejor es que cada uno haga lo que venga en gana.
Por cierto, la fotografía de Harry Fisch que gano el premio del National Geographic en la versión “Places” el año 2012 fue descalificada porque se había eliminado con Photoshop una bolsa de basura que aparecía junto al borde derecho de la imagen. Si la imagen se hubiera reencuadrado o recortado hubiera sido buena (y, digo yo, que si Harry Fisch hubiera retirado la bolsa antes de hacer la foto también). 
Tal vez la clave está en no juzgar las fotografías sino a los fotógrafos. 
Para ilustrar este post os dejo una fotografía retocada. Se han eliminado personas con Photoshop pero el puente es tal como se ve en la imagen. 
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert

domingo, 30 de octubre de 2016

Valle Salado (Salinas de Añana).


El Valle Salado es un buen lugar para viajar al pasado, No hace falta una maquina del tiempo, basta con visitar esta explotación salinera con más de 6.500 años de historia para retroceder unos cuantos años en el tiempo.
Es un gustazo dar un paseo entre las eras de secado que construidas sobre pilares de madera conforman un paisaje realmente peculiar.
Yo me lo monte para comer en Miranda de Ebro -en el restaurante la Colina sirven unas alubias rojas de Tolosa extraordinarias- y pasar la tarde visitando las salinas que están a poco más de media hora en coche. 
Os dejo una foto del Valle Salado con el pueblo Salinas de Añana en primer termino y la iglesia de Santa Maria de Villacones al fondo.
Si queréis ver más fotos podes pinchar aquí:https://plus.google.com/collection/sbYqqB
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert

miércoles, 19 de octubre de 2016

El Pedraforca


Recientemente estuve en el pueblo de Sant Julia de Cerdanyola desde donde se divisa el Pedraforca por la cara más fotogénica, la de la tartera. 
Como iba a tener tiempo para hacer fotografías prepare el equipo y con la ayuda de la aplicación TPE y Google Maps calculé por donde iba a salir el sol para buscar una buena ubicación desde donde tomar las fotos al amanecer. 
Según los datos de las aplicaciones el sol saldría a mi espalda e iluminaría la montaña frontalmente. Los primeros rayos de sol alumbrarían la cumbre y rápidamente bajarían por la tartera hasta la base de la montaña. Sobre Maps localicé una zona en las afueras del pueblo desde donde, sin obstáculos, se divisaba perfectamente la montaña. 
A priori, las perspectivas eran buenas. Tal vez, este fin de semana traería una buena foto a casa.
En cuanto llegué a Sant Julià, lo primero que hice fue ir al lugar escogido sobre el mapa para ver si no me había equivocado -hay que tener el terreno estudiado con anticipación porque con la oscuridad de la madrugada los problemas son más difíciles de resolver- y, efectivamente, el lugar era perfecto para mi propósito. El terreno descendía ladera abajo y estaba despejado de árboles y arbustos por lo que la vista era limpia y clara.   
Por la mañana el despertador sonó cuando aún era noche cerrada. Cogí el equipo que había preparado antes de acostarme y me encamine hacia el lugar escogido el día anterior. 
El cielo estaba nublado y no se veían las estrellas ni la luna a pesar de que antes de ir a dormir estaba completamente despejado. Llegue aún de noche y con la ayuda de un frontal monte el trípode y la cámara orientada hacia donde el Pedraforca debería aparecer en cuanto salieran los primeros rayos de sol. Tenía la esperanza de que el sol se colaría por debajo de las nubes como muchas veces ocurre en las puestas de sol así que esperé pacientemente a que llegara el momento oportuno para disparar. 
Al poco tiempo me di cuenta de que alguna cosa no iba bien. Detrás de la montaña que había a mi espalda los primeros rayos de sol trataban de abrirse camino pero las nubes que, hasta ese momento tenía la esperanza de que desaparecerían, no dejaban que llegaran hasta la cima de la montaña, de forma que todo la escena se fue iluminando con una luz difusa que para nada servia para mi propósito.
En fin, como dijo Murphy, todo lo que podía ir mal fue mal.
Después de desayunar despejó completamente y quedo un día soleado.
A mediodía, antes de comer, me fui hasta el mirador del Pedraforca que se encuentra en Falgars, planté el trípode y saque una serie de fotografías de las que os dejo una muestra de la que más me gusta.
Cuando la veo no puedo dejar de imaginar cómo quedaría esta foto con los colores rojizos de los primeros rayos del sol.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert

miércoles, 5 de octubre de 2016

Cascada del Cubo. Itsuosin


El agua tiene un innegable atractivo fotográfico, por eso, cuando me acerco a cualquier parque o espacio natural no dejo de visitar las cascadas, saltos, corrientes o lagos que hay por los alrededores. Mientras que los lagos y embalses suelen estar en espacios abiertos y, normalmente, bien iluminados, los saltos de agua están en zonas umbrías donde coexisten zonas de altas luces junto con sombras profundas. Captar correctamente estas imágenes me resulta difícil y, a menudo, me decepciona el resultado obtenido. 
No obstante, creo que le he encontrado el truquillo al asunto. Exponer bien la zona de luces y levantar las sombras hasta lo que necesite o permita la imagen. El principal problema al recuperar las sombras es que el color no se recupera igual que la luz, es decir, que tienes luz pero una mala calidad de color.
En fin, todo en la vida no se puede tener. 
Para ilustrar el post os dejo una foto de la Cascada del Cubo en la Selva de Irati procesada en Lightroom + Photoshop.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert






jueves, 29 de septiembre de 2016

Los árboles y el bosque


A veces, como dice el refrán, los árboles no dejan ver el bosque. 
A mí me sucede lo contrario, cuando fotografío bosques (o selvas como en este caso) el bosque no me deja ver los árboles. Quiero decir que en la amalgama de hojas, ramas y troncos, los árboles dejan de ser sujetos para convertirse en masa. La falta de luz  y el balance de blancos también contribuyen a acentuar ese efecto. 
Para “rescatar” los árboles del bosque, basta un poco de trabajo con Lightroom y Photoshop. En este caso iluminé los troncos de los árboles principales y trabaje el balance de blancos para darles un color más natural. También les di algo de enfoque y curvas. El objetivo era hacerlos resaltar, sobresalir del bosque. 
A mí el resultado me gusta.
Espero que a vosotros también.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert


jueves, 22 de septiembre de 2016

Selva de Irati ISO 3200


Bajo la sombra de las hayas de la Selva de Irati las condiciones de luz son bastante precarias. Aunque sea mediodía, a los rayos de sol les cuesta mucho colarse entre la densa hojarasca de las copas de los árboles, de forma que lo más aconsejable es llevar un trípode para solventar cualquier tipo de problema de falta de luz. 
Pero claro, esto implica tener que caminar unos cuantos kilómetros con el trípode a cuestas y como el equipo, sea el que sea, ya pesa lo suyo, muchas veces termino dejándolo en el maletero del coche. Es algo que siempre acabo lamentando porque tarde o temprano te has de enfrentar a una situación de falta de luz que no se puede resolver de otra forma que subiendo el ISO con la correspondiente pérdida de calidad de imagen.
En fin, la próxima vez cargaré con una mochila más pesada y me llevaré el trípode pero hoy la Selva de Irati os la tengo que mostrar a ISO 3200.  
Aquí os dejo la foto.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert

lunes, 12 de septiembre de 2016

Puerto de Tapla


Un lugar que uno no puede dejar de visitar es la Selva de Irati.
El agua fluye por doquier y paseando debajo de las inmensas hayas nos invade una sensación de frescor que, incluso en pleno verano, reconforta y revitaliza nuestro cuerpo y, claro está, nuestro espíritu. 
Cualquiera de los senderos que recorren Irati es un espectáculo de naturaleza en estado puro y en cualquiera de sus rincones uno se pararía para no hacer nada más que impregnarse de naturaleza.
Llevas la cámara, sí, pero llega un momento que se te olvida hasta de que llevas esa cosa colgada del cuello (o del hombro) y solo tienes ojos para mirar alrededor y disfrutar de los muchos rincones excepcionales que nos ofrece este espacio natural.
Cuando te vas, asciendes por una carreterita estrecha que a la sombra de los inmensos árboles te conduce hasta el puerto de Tapla en la sierra de Abodi. Allí tienes que parar para hacer una foto desde la lejanía de la Selva de Irati que queda por debajo del nivel del puerto. 
Yo paré, pero la fortuna quiso que en este momento pasara un pastor conduciendo un rebaño de ovejas así que aproveché la circunstancia para incluir el elemento humano en el paisaje. Creo que la presencia humana en los paisajes en lugar de afearlos los enriquece y nos ayuda a valorar con más precisión las proporciones del espacio natural.  
Aquí os dejo la foto.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert

martes, 19 de abril de 2016

Puro placer



Es puro placer. A media tarde, coger la cámara y salir a pasear en esa franja de tiempo que va desde el final de la siesta hasta la puesta de sol. Si además tienes la suerte de estar cerca del mar, ya ni te cuento. La brisa te va trayendo aire fresco y llena el ambiente de esa humedad salada que todo lo impregna, incluso la cámara. Pero es igual. Todo te da igual. De vez en cuando haces alguna fotografía a los pescadores de caña o intentas captar esos reflejos dorados que luego cuestan tanto de reproducir. Y mientras vas paseando, sin hacer nada, las imágenes te van apareciendo para que tú las captes. Solo tienes que estar atento y tener la cámara a mano.
Es puro placer. Cuando de repente, aparece ante ti esa imagen que te cautiva y te paras un buen rato a contemplarla. Y como llevas la cámara la capturas para, más tarde, volver a deleitarte con ella. 
Es puro placer. Los aromas y la brisa que vuelven a ti cada vez que contemplas esa imagen porque la fotografía no es solo una representación de lo que vemos. También evoca todo aquello que sentimos cuando la tomamos.
¿A que sabéis de que os hablo?
¡Hasta pronto!

jmartinezbert

jueves, 10 de marzo de 2016

Paisajes imaginados


Si es verdad el dicho que dice que el hábito no hace al monje, entonces un fotógrafo debe prescindir del tipo de cámara que tenga y plasmar el momento aunque sea con un smartphone.
De esto sabe mucho Meagan V. Blazier (http://www.meaganvblazier.com/) que con una modesta Canon PowerShot SX40HS crea unas imágenes con una atmósfera increíble que te transporta hasta esos mundos imaginarios, casi oníricos, que ella denomina “imaginescapes” (http://www.meaganvblazier.com/imaginescapes/).
Meagan nos muestra estos paisajes para que cada uno los interprete a su manera. No es el paisaje en si lo que interesa sino la forma en que cada uno lo ve. La herramienta, en este caso, no es lo importante. Lo que prima es la visión del fotógrafo. Su visión. 
En el plano personal, tiendo a procesar las fotografías, sobre todo las de color, de manera que reflejen la realidad en todo lo posible. Algunas veces, durante el procesado, he lamentado no haber podido disparar bajo otras condiciones de luz o de climatología pero me he sentido obligado a respetar la realidad de lo que vi, sin tener en cuenta lo que en realidad sentí al hacer la foto.
Meagan me ha enseñado un nuevo camino. Me ha enseñado que la grandiosidad de un paisaje no tiene nada que ver la representación más o menos realista del mismo ni con una mejor o peor herramienta sino con otros elementos que no tienen por qué estar presentes en el plano físico, en el plano material.
Nuestro estado de ánimo, nuestras emociones, lo que sentimos. Esto es lo que hemos de plasmar en la fotografía si queremos que esta llegue a los demás. No es fácil, pero merece la pena intentarlo.
Gracias Meagan por mostrarnos otro camino. 
Y para ilustrar este post os dejo una vieja imagen que he vuelto a procesar con nuevos ojos.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!

jmartinezbert

martes, 16 de febrero de 2016

¿Necesitáis una dosis de autoestima?


Hojeaba hace unos días el post del fotógrafo finlandés Jalo Porkkala que, a mi modo de ver, hace unos cianotipos excelentes, y me llamo la atención su comentario sobre la imagen que usaba de forma repetida para hacer pruebas sobre distintos tipos de papel. Decía que a base de repetir esa imagen se estaba convirtiendo en su imagen “estándar”.  Interpreto que estándar aquí equivale a modelo o patrón, algo que sirve de referencia y por lo tanto de lo que podemos estar satisfechos (él debe estarlo pues de lo contrario no tendría la imagen de ese viejo árbol en su galería).
Esto me hizo reflexionar sobre el valor que yo mismo le doy a mis fotografías y que suele ser proporcional, entre otros, al esfuerzo invertido durante su procesado. Y es que cuanto mas tiempo dedico a una imagen más satisfacción me proporciona verla terminada y lista para mostrar a los demás.
La parte más desalentadora de todo el proceso viene cuando al mostrar la foto a los demás veo que no obtiene los “+1” o los “likes” que esperaba obtener. He de reconocer que siento un cierto desaliento cuando esto sucede pero no queda más remedio que hacer de tripas corazón y aceptar los resultados obtenidos. Al fin y al cabo hay factores ajenos a la propia imagen que influyen en los resultados tanto o mas que la imagen misma como por ejemplo la promoción, los contactos, grupos, etc.
Si pasáis por una experiencia similar y necesitáis una dosis extra de autoestima, os propongo que hagáis el siguiente ejercicio: haced una copia en papel de cualquiera de vuestras fotografías a un tamaño adecuado, enmarcarla y colgarla en la pared de vuestro salón. Estoy seguro de que cuando la veáis os llevareis una grata sorpresa.   
Para ilustrar este post os dejo la última foto que he colgado en mi pared.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert