La maravilla
del instante.
En mi país
nada anuncia mejor la llegada de la primavera que los almendros floridos. Sus
preciosas flores blancas, agrupadas en racimos, salpican de color las tierras
rojas de los campos todavía yermas tras el frio del invierno. Las flores son
blancas pero tienen unas pequeñas manchas rojizas en la base de los pétalos que
le confieren en su conjunto un leve y delicado tono rosado.
Pero lo que
hace del almendro un árbol especial es su perseverancia, su valentía y arrojo,
pues florecer tan pronto le coloca en una situación de riesgo ante las últimas
heladas del invierno. A cambio, no tiene que rivalizar con ningún otro árbol lo que le convierte en el único protagonista durante su floración.
Desde que
alcanza mi memoria, la floración del almendro siempre me ha sorprendido y, año
tras año, no puedo dejar de asombrarme ante semejante maravilla.
Una
fotografía seguramente no será capaz de reproducir todo el esplendor de los almendros
en flor pero nos permite captar ese mágico momento para compartirlo con los
demás. Solo por eso, para compartir, ya merece la pena coger la cámara y salir
al campo a captar la maravilla del instante.
¡Hasta
pronto!
jmartinezbert
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