domingo, 29 de abril de 2012

El placer de fotografiar



El placer de fotografiar
Siempre es más gratificante salir a hacer fotos cámara en ristre que pasarse horas delante del ordenador procesando las fotos tomadas el día anterior.
Es más gratificante porque, con la excusa de tener un mejor o más original punto de vista, caminas y paseas por el campo, la montaña o la ciudad disfrutando del aire libre y el sol y vas acumulando vivencias y sensaciones nuevas y diferentes.
Es el momento de observar y experimentar. De montar la cámara en el trípode y estudiar el paisaje, la luz, el encuadre, la profundidad de campo, los colores, las texturas, las formas…. De imaginar como se verá la imagen cuando la pasemos al ordenador. Es el momento de la creación, de dejar los bloqueos emocionales, perceptivos y culturales de lado y preparar la toma cuidadosamente, madurarla, hasta que, como una revelación, vemos exactamente lo que queremos mostrar.
Tal vez tengamos suerte y podamos sacar una buena foto aprovechando que el día nos regala un cielo dramático o lleno de nubes, o que en un rincón se nos aparezca un bonito árbol florido o un riachuelo y podamos volver a casa con una “obra de arte” que, aunque sea solo una, ya compensará que tengamos que pasar unas horas frente al ordenador.
Y, es que es mejor tomarse el tiempo necesario para estudiar la toma porque cuanto más tiempo dediquemos a “pensar” en ella mejor será el resultado y menos horas tendremos que estar en casa para procesar la imagen.
Siempre es más gratificante salir a hacer fotos cámara en ristre que pasarse horas delante del ordenador procesando las tomadas el día anterior.
Como muestra, aquí os dejo un fresco paisaje que me costó varias horas obtener porque tomando el sol sentado sobre la hierba se estaba de fábula.
Espero que os guste.
¡Hasta pronto!
jmartinezbert 

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