Aprendiendo
de Jim Brandemburg
Cuando
salgo a pasear cámara en mano, intento fijarme en los pequeños detalles que
hace unos meses me pasaban inadvertidos. He comprendido que cuantos menos
elementos haya en la imagen mejor. Hay que eliminar todo aquello que distrae la
atención y centrarse en lo esencial. Una o dos cosas, no más. El sujeto de
nuestra fotografía es lo importante y lo accesorio sobra. Esto ya está
sobradamente debatido hasta el punto que existe un dicho popular: “En
fotografía, menos es más”. Los que todavía dudan sobre este punto que visiten
las galerías de los fotógrafos más reputados y podrán constatar lo que digo.
Jim
Brandemburg (http://www.jimbrandenburg.com), por
poner un ejemplo, nos deleita con unas imágenes simples pero potentes. Muchas
de sus fotografías nos dejan ver casi el espíritu de la naturaleza porque
Brandemburg es capaz de destilar el ser y llegar al alma de los bosques, los
paisajes, la vida animal y, en definitiva, de la naturaleza. Posiblemente este
sea el motivo de que 4 de sus fotografías estén incluidas en la lista de las 40
mejores fotografías de naturaleza de la historia de la fotografía, más que
ningún otro fotógrafo y eso que en la lista estaban artistas de la talla de
Ansel Adams, Edward Weston y Porter Eliot.
A mí,
particularmente, me impresiona su foto Cottonwood tree (http://www.mnartists.org/uploads/users/user_16802/d0f3030f6dd0f90a0dc1496760296869/d0f3030f6dd0f90a0dc1496760296869.jpg), porque
viéndola uno se siente parte del paisaje, es como si estuvieras allí, frente al
árbol contemplando la pradera. Usa de forma magistral las ramas para llenar el
cielo y equilibrar la composición. Vamos, que me parece genial.
En fin,
volviendo a la Tierra y para no perder la costumbre, os dejo una de mis fotos
tomada este fin de semana en el Parc Natural del Montseny, concretamente en el Pantano
de Santa Fe. En ella os muestro los dos protagonistas de tan bello lugar: el
agua y los árboles. Y para evocar la íntima relación que hay entre ambos nada
mejor que unas ramas inclinándose sobre la superficie del agua como tratando de
alcanzarla. A fin de cuentas el agua es su vida (y la de todos). Además, si
esas mismas ramas ayudan a equilibrar la composición, mejor.
Espero que
os guste.
¡Por
cierto! En el próximo post colgaré el reportaje completo sobre el pantano.
Saludos,
¡Hasta
pronto!
jmartinezbert
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